Una muestra de arte para ayudar a pensar La primera etapa del proyecto “Muestra itinerante de las nuevas artes” abarca diez colegios y mercados cruceños. Grupos de unos 40 niños observan obras y reflexionan acerca de ellas.
Niños de una decena de colegios y mercados de La Cuchilla, el Plan 3000, Paurito y la Villa 1ro. de Mayo se benefician del proyecto “Muestra itinerante de las nuevas artes”. Es una actividad estimuladora promovida por el Gobierno Municipal de Santa Cruz y aplicado por el ideólogo del trabajo, Eduardo Ribera, Bluebox en el ámbito artístico.
El Nuevo Día lo acompañó y presenció su labor en el colegio “Claudina Thevenet” del Plan. La posibilidad de expresión es el primer elemento que sale a flote en la experimentación. Se le une la reflexión instada por el curioso motivador de sentido de observación crítica a grupos de unos 40 infantes animados y elocuentes. A Ribera no le cuesta romper el hielo y, tras una breve presentación, ellos con naturalidad le gritan simplemente Eduardo.
El Nuevo Día lo acompañó y presenció su labor en el colegio “Claudina Thevenet” del Plan. La posibilidad de expresión es el primer elemento que sale a flote en la experimentación. Se le une la reflexión instada por el curioso motivador de sentido de observación crítica a grupos de unos 40 infantes animados y elocuentes. A Ribera no le cuesta romper el hielo y, tras una breve presentación, ellos con naturalidad le gritan simplemente Eduardo.
Todo comienza con la muestra y lectura de carteles que a manera de acertijos los niños desmenuzan hasta dar con su sentido: “El arte no se entiende, se siente”, “El arte no tiene límites”, “El arte se expande”, “El arte es un proceso”, “El arte debe tocar a todos”, “El arte hace tu ojo pensar”. El paso siguiente, poner a “pensar el ojo” ante la exhibición de obras de arte fotografiadas o fotografías que el auditorio interpreta una y otra vez ofreciéndose con manos levantadas.
Eduardo busca que los niños digan lo que ven. Mientras los graba con una cámara de video, viven una catarsis. Ven brujas, duendes, borrachos, embarazadas, caras tristes y felices, ponen nombre a los personajes y hasta cuentan sus historias. Identifican y valoran conductas y hechos de su realidad.
Eduardo Ribera (34), arquitecto y artista visual de profesión, considera que el arte es inclusión social. Ese criterio es una constante en su obra creativa. Ganó el salón Pedro Domingo Murillo 2007 con la obra “2/3” acerca de que en política y fútbol, “no importa quien gana, siempre pierde Bolivia, por eso seguimos como estamos”, exclama.
Poco antes revolucionó La Paz cuando en el Siart presentó en competencia la performance “Hasta que la muerte nos separe”. No triunfó, pero dio qué hablar y reflexionar acerca de qué es arte con una propuesta que nadie olvidará: se casó con el arte en una boda religiosa. Ese sacramento termina sólo con la muerte, por lo tanto considera que su propuesta rompió el carácter efímero de lo que se concibe como performance y que al seguir casado creó un nuevo parámetro de presentación artística.
Una parte de su espíritu creador y afán de inclusión es lo que deposita ahora en Santa Cruz, donde radica desde este año. La “Muestra itinerante de las nuevas artes” dará sus próximos pasos en Paurito y la Villa 1ro. de Mayo.
Periodista : Leyla Anas Matutino: El Nuevo Dia 10/22/08
