sábado, 19 de junio de 2010

SIMBIOSIS

Proyecto: SIMBIOSIS
Curaduría: Eduardo Ribera Salvatierra
HOMENAJE A HERMINIO PEDRAZA

Centro Cultural Simón I Patiño Santa Cruz.
2010












CRITICA:


Un buen título para una muestra que propone nuevas miradas al arte. Rescata y resalta el trabajo de uno de los artistas cruceños más destacados del siglo XX: Herminio Pedraza, con el aporte de otro talentoso artista que pertenece al siglo XXI Eduardo Ribera, conocido como Blue Box, quien organiza esta muestra en el Centro Simón I. Patiño de Santa Cruz de la Sierra.
La exposición surge de una experiencia personal, un recuerdo que persiste en Eduardo; Cuando era niño, mientras hacía tareas en el despacho de su padre, veía colgada en la pared, una enorme pintura, muy colorida, en la que unos bueyes tiran de un arado en el campo; el paisaje rural se funde con un paisaje urbano que representa a la ciudad de Santa Cruz. Esta obra de Pedraza titula “Simbiosis” (Óleo sobre lienzo 210cm x 110cm, año1982).
Indudablemente, Simbiosis, se trata también de conexiones subyacentes entre seres sensibles de épocas distintas, que se ponen en evidencia en una exposición que reúne casi veinte cuadros de Pedraza, algunos de ellos antes nunca expuestos y una sola fotografía de Ribera que pese a la distancia temporal y diferencia en la técnica logra que surja una relación que se hace evidente al ver reunidas las obras de ambos y que podemos percibir en la calidad ( como cualidad inherente a una obra de arte visual).
De alguna manera Ribera nos hace sentir que existe la apropiación de una estética, reconocible en un artista como Pedraza, que imprimió un estilo en el arte nacional y por otro lado plasma la admiración que tiene hacia este legado, que al tomarlo como referencia, le proporciona a estas pinturas un baño de frescura.
Situaciones similares se dieron a conocer a lo largo de la historia del arte y para ilustrar el ejemplo, recordemos que Vincent Van Gogh, el genial pintor holandés del siglo XIX quien logró un característico estilo impresionista, se inspiró en las pinturas que Jean Francois Millet realizó 30 años antes; obras como “La forrajera”, “Un sembrador”, “El leñador” o “La siesta”, con gran similitud en temas y composición. Van Gogh reconocía con satisfacción que Millet era su guía y consejero. Hoy sin duda es él y no Millet quien goza de mayor prestigio y reconocimiento.
Nunca se sabe, pero la sensibilidad, la obsesión y el trabajo sin tregua, juntas, son generalmente buenas recetas para trascender.
En todo caso, es recomendable no dejar pasar esta muestra que denota el cuidado y respeto con que fue realizada; con un catálogo digno como necesario que complementa y registra la exposición que ofrece una buena selección de obras, salvo “La última cena”, “El limosnero” y “Sin título 2006” que no merecen ser tomadas en cuenta en esta selección.

Cecilia Bayá Botti
Curadora de Arte Contemporáneo